Me
pregunto qué es la libertad, divina libertad ¿Es un sueño? ¿Es un don? ¿Es un
sentimiento intrínseco en la persona?...
Es volátil, pero intenso. Es dulce cuando lo
saboreas y amargo cuando lo pierdes, es el mayor tesoro que tenemos y no
podemos conservar. Es como el agua del manantial que cae sobre nuestras manos,
se ve aunque es transparente, la tenemos pero se escapa entre los dedos, la
sentimos aunque casi no podemos retenerla. Sentimientos fugaces pero intensos.
Atados
a unas normas, un horario, unos cánones sociales… Nos transformamos en
marionetas dirigidas por una sociedad que hemos creado nosotros mismos. Una
sociedad alienante donde no se debe ser libre, es salirse de la norma y eso no es bueno para la sociedad.
Siento
la libertad en mi interior cuando veo volar a un pájaro, percibo el aire en la
cara como si fuera yo la que volara y en esos momentos olvido que vivo dentro
de una jaula, una jaula dorada. Quiero sentirme pájaro, quiero sentirme libre. Soltar el reloj, decir no cuando socialmente
debes decir sí, hacer uso de la espontaneidad, sonreír ante la hipocresía y no
responder con más hipocresía, rebelarse ante el sistema y aquellos que nos
gobiernan, romper alguna norma, viajar sin rumbo y descubrir nuevos mundos.
Es posible
ser como el agua que no se puede atar, ser como el humo que no se puede encarcelar,
ser como el aire que viaja sin rumbo fijo. Es posible, se que lo es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario